Durante el 20 y el 22 de noviembre de 2013, se
realizaron las III Jornadas de Jóvenes –y no tan jóvenes- investigadores del
Valle del Duéro. En el trascurso de las mismas, se convocó el II concurso de
Fotografía arqueológica Zamoraprotohistórica, iniciativa que nos pareció
excepcional, tanto por su simpleza, como por su objetivo en las mismas:
“…Queremos conocer
cómo ha sido vuestro verano excavando, cómo trabajáis, queremos que enseñéis al
mundo ese amanecer o puesta de sol desde vuestro yacimiento. También nos puedes
contar qué yacimiento arqueológico has ido a ver el fin de semana dejando
constancia de su estado de conservación. La fotografía denuncia también es
válida, así como cualquier aspecto relacionado con la arqueología. Buscamos algo original,
creativo, un punto de vista diferente. En resumen, fotografías sobre el mundo
de la Arqueología”[1].
Bien, a la gente de A.(R)E.A. nos llamó la atención la poca
participación que había tenido -12 participantes, entre los que nos incluimos-
siendo el concurso a nivel de red social, y sabiendo como nos gusta a todos colgar
fotos en diferentes acciones, ya sea de índole arqueológica como de nuestro día
a día; lo siguiente que nos llamo la atención fueron las fotos. No vamos a
entrar si eran buenas, malas, regulares o que. Juzgad cada uno, comentarlas y
opinad. https://www.facebook.com/zamora.protohistorica/media_set?set=a.10201880196560692.1073741832.1656826009&type=3&__rev=1024226
Nosotros dejamos nuestra pequeña pieza, en nuestro estilo, siempre
diferente, distinto, crítico y creativo hacia nosotros mismos y hacia el mundo
en general.
Realizamos, como supondréis, una acción de A.(R)E.A. -.Acción (R)Evolucionaria
Arqueológica.-
Foto enviada al Concurso
Lo que nos llamó la atención de
las fotos -aparte de su número- es que se vieron pocas excavaciones, poca gente
trabajando, pocos perfiles, poca gente durmiendo en una carretilla, pocos
claroscuros de gente picando al atardecer en plan en busca del arca perdida,
pocos estratos limpitos, pocos días lluviosos donde es imposible picar y menos
palear, poca foto de gente en bañador y bikini, poca gente roja y sonriendo,
poca sigla de cerámica infesta, pocos huesos, pocos animales, pocas fotos de
grupo, poca crítica, pocos bares,….en general, poca cosa.
Hace unos meses, planteamos desde
nuestra versión más seria, una muestra fotográfica sobre los escenarios
actuales donde trabajamos/pasamos horas la gente que se dedica a esto: La
oficina de casa, los despachos robados al salón, las habitaciones que no han
visto el sol,… Tuvo poca acogida, la verdad, pero tampoco se le dio ninguna
publicidad ni nada por el estilo.
Tipología básica de oficina: papeles, libros, ordenador, cerámica reutilizada de cenicero, cosas varias,...
Incluso desde Apadrina un
Arqueólogo, mucho compañeros nos mandaron su foto con el merchandising oficial,
ya fuera en una excavación como en cualquier otro sitio. Incluso los playmobil´s de JAS http://jasarqueologia.blogspot.com.es/ salían en situaciones parecidas.
El gran Quino y la bella Sveta (como cambia el modelo masculino al femenino)
Por este hecho, creemos en las
posibilidades que estas iniciativas pueden tener para el desarrollo, valor
social, conceptual de nuestra ciencia. Solamente tenemos que saber utilizarlo. Parafraseando
a Pablo Aparicio Resco, “…es una herramienta mas, no un fin”.[2]
Por eso, planteamos esta serie de fotografías, basadas en dos obras
impresionantes. Por un lado, una adaptación de la obra de René Magritte “El hijo del Hombre” de 1964 y reubautizada
como Uniones temporales de afinidades eternas, creada en las conclusiones del
sOpA´13;
Y por otro lado, una adaptación de la obra de Meret Oppenheim “Ma Gouvernante” de 1936, titulada Mon
dernier archéologue.
Mon dernier archéologue. (2013)
Dos arboles dentro de un bosque
de posibilidades. Al Final va a tener razón la gran institutriz galega[3],
esto va a ser arqueosofia,…
Sabemos que no tenemos edad para
ir a una excavación de verano –y podríamos volver al debate si se debe pagar o
no por ir,…- y tampoco sería bueno que le quitáramos la oportunidad a toda esa
gente que su primer contacto con la arqueología es por esta vía, pero si nos
cogiera algo más jóvenes, y la posibilidad que dan ahora las nuevas
tecnologías, haríamos bastantes fotos, eso seguro. Pero como no somos tan
jóvenes, y siendo parte contratante de una parte de todo este gran mercado
infesto que fue durante años la arqueología de empresa, sabemos y hemos vivido
todo –y digo todo- lo que se puede y debe hacer en una excavación.
Seguro que Neil Macallister tiene alguna foto de esas que harían tambalear
alguna catedra[4].
Si los jóvenes investigadores no tienen las mismas –o
parecidas- experiencias que hemos tenido nosotros, nuestro futuro será igual
que nuestro pasado, ruinoso.
Por eso, porque lo hemos vivido, podemos ahora hablar.
Esta muy bien ser políticamente correcto, pero como desde A.(R)E.A. no lo somos, podemos
parafrasear a Estanislao Figueras:
“Señores,..(…)… ¡Estoy hasta
los cojones de todos nosotros!”
A.(R)E.A. -.Acción (R)Evolucionaria Arqueológica.-